Pablo Iglesias y los nuevos tiranos latinoamericanos.

 No podemos separar a Pablo Iglesias de los tiranos latinoamericanos donde la corrupción, el narcotráfico y la inmigración son flagelo de esas sociedades. Países como Guatemala, Honduras, El Salvador donde la inmigración es el último recurso para tener  una vida digna recurren a la inmigración impactando a Estados Unidos como meta final. 

Pero no podemos dejar de lado a México que se convierte país de tránsito de verdaderas mafias ilegales que lucran de la desgracia de miles de Latinoamericanos que aun a pesar de inmigrar ilegalmente pretende llegar a Estados Unidos, terminando muchos en rendirse y o bien establecerse en México esperando un futuro mejor. 

Pero México no está libre de precisamente ese flagelo también. Los carteles pululan y florecen en México con una política de desidia de López Obrador "Abrazos y no balazos". En otras palabras no hacer nada contra ellos mientras no creen problemas. Precisamente esos tipos de carteles crecieron en Venezuela hasta convertirse en los controladores de la Dictadura de Maduro. 

En Europa, según Stephen Smith, se espera que en 30 años habrá 150 millones de inmigrantes africanos de los cuales 9 millones corresponderían a España. Sucederá el mismo efecto para los países Norteamericanos Canadá y Estados unidos así como México. 

En ambos casos tanto africanos como centroamericanos inmigrantes traerán consigo altas dosis de corrupción y narcotráfico. Pero también la influencia de tiranuelos como pueden ser en América, Bolsonaro en Brasil , Juan Orlando Hernández de Honduras, Otto Pérez Molina de Guatemala y Nayib Bukele de El Salvador (tres expresidentes enjuiciados por corrupción). También podríamos incluir a López Obrador de México en esta categoría. 

Pero también existen en África, como pueden ser Omar Al Bashid de Sudan, Yoweri Moseveni de Uganda, Paul Biya en Camerún, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo en Guinea Ecuatorial (irónicamente después de 31 años en el poder se acaba de convertir en presidente de la Unión Africana para propugnar (sic) democracia).

En todos ellos concuerdan varios factores, una pobreza extrema donde los ciudadanos se ven a emigrar a otros países para pretender conseguir un futuro mejor. El otro factor característico en todos esos países tanto latinoamericanos como africanos las dictaduras simulan una democracia instaurada como puede ser el caso de Guinea ecuatorial por 31 años de Teodoro Obiang  o como puede ser la dictadura de Maduro por (15 años de Hugo Chávez y Maduro 8 años).

En todos ellos existe un populismo muy primitivo acompañado del nacionalismo más rancio donde "soberanía de los pueblos y la autodeterminación de los mismos" se usa para la defensa de las críticas internacionales bien por reformas antidemocráticas que aun si no fuesen votadas se convierten en efectivas como si fuesen reformas efectivas del Estado de Derecho. 

Todos ellos se consideran caudillos autoritarios elegidos democráticamente o no, donde la prensa crítica o independiente se convierte en sus enemigos que hay que destruir. Así como el libre comercio que consideran neoliberal. Todos ellos se consideran estatistas y centralistas, concentrando el poder en su mano siendo enemigos de una descentralización del poder. 

Consideran enemigos a los empresarios que crean trabajos indignándose por la resistencia que los empresarios hacen de reformas que suponen la ruina y consideran a los empresarios "oligarcas" que concentran poder económico, no como creadores de trabajo. Se consideran "anti oligarcas" representantes y salvadores del pueblo pobre que esta "asqueado" de las elites ricachonas. 

Son completamente enemigos del Congreso que controla sus acciones ofuscándose permanentemente por la "lentitud" o el "rechazo" a aprobar sus reformas el parlamento. Otra de las señales de esos gobiernos es el evitar encontrar consenso con otras fuerzas políticas sean del mismo signo o contrario para mejorar cosas del país. 

Esas fuerzas políticas "contrarias a sus criterios" pueden ser inclusive parte de la propia sociedad misma como pueden ser fuerzas sindicales, empresariales, académicas, agropecuarias o representaciones mismas de la misma sociedad que buscan un avance de la sociedad y de la democracia en su país, no un retroceso en reformas sin ningún objetivo claro. 

Todos esto lo que tanto Pablo Iglesias como Pedro Sánchez quieren para España, siguiendo prácticamente a rajatabla precisamente las políticas en Latinoamérica, más que las existentes en África. Pero trayendo problemas al país en vez de resolver los problemas propios de España.

Una casa no se comienza a construir por el tejado, como ellos pretenden, sino que se comienza por las bases democráticas en España y esa base es la Constitución misma. Pudiendo hacerse mejoras sustanciales a esa Constitución, y si esa base ha quedado obsoleta para enfrentar nacionalismos radicales que más que proponer una unión y mejora de España proponen una destrucción de la misma. Si a los programas se les puede hacer actualizaciones, también se le puede hacer a la Constitución Española como si se agregase una segunda Constitución como si fuese un parche o una actualización.